Balneario por excelencia en la provincia de Río Negro con mar cálido y playas limpias e interminables. Los mochileros y acampantes tienen lugares de sobra para elegir. Sin embargo deben ser advertidos que los vientos en la Patagonia suelen soplar con fuerza, transformándose a veces en un problema para acampantes. Igualmente se ha ido solucionando gracias a los buenos servicios y vegetación que tienen los campings a modo de protección.
Acampar en uno de los 18 campings habilitados es una opción económica. Muchos mercados y rotiserías ofrecen amplia variedad de comidas listas para llevar así como carne para el asado y todo lo que hace falta para abastecerse.
En la zona de mar hay que tener en cuenta la salida del sol al momento de armar la carpa para saber donde va a quedar la sombra en momentos de más intensidad y calor como el medio día. Se recomienda prever que la orientación de la puerta de la carpa no sea hacia donde soplan los vientos, los que generalmente provienen del oeste.
Si el terreno donde armamos la carpa está inclinado, la puerta debe ir en la parte más baja, con esto se evita que entre agua en caso de lluvias. Otra manera de evitar que el agua ingrese a la carpa es haciendo una canaleta alrededor de la misma.
En Las Grutas hay campings que cuentan con proveduría y estantes o cajones con candados para guardar las pertenencias y comida. También, algunos, tienen heladeras para mantener los alimentos y las bebidas frescas.
Las noches son ideales en el camping ya que es el lugar preferencial para intercambiar experiencias y datos con otros acampantes en charlas de fogón que se extienden por horas.